El peso simbólico de los insultos contra el presidente en las tribunas debe ser analizando en su contexto y en su masividad creciente. No debemos olvidar que la figura de Mauricio Macri irrumpe en la vida política por su desempeño en Boca. La popularidad de Macri se sustenta esencialmente en la popularidad del fútbol y que la avalancha de insultos caiga de las tribunas no es menor. En ocasiones, los especialistas analizan que el fútbol se volvió violento porque el ciudadano descarga sus problemas en la cancha. Hoy podríamos decir que la tribuna se convirtió en el lugar para derrotar el espiral de silencio y expresar el descontento ante la ausencia de voces en un sistema de medios monocorde. El gobierno y parte del periodismo sostienen que la bronca se limita al favoritismo por Boca Juniors desde el poder del fútbol. En realidad, prefieren gambetear la idea de que es un fenómeno político importante, se está poniendo de moda insultar en masa al presidente. Desconocerlo es