La composición de las listas electorales en los principales distritos del país y la ausencia de alianzas oportunistas o netamente electorales nos permiten sostener que el kirchnerismo no especula ante los riesgos de una derrota y apuesta todas sus posibilidades de triunfo y continuidad -post 2015- a la figura de Cristina Fernández. Por eso decimos "Kirchnerismo a cara de perro", o "Kirchnerismo a todo o nada". En primer lugar, las listas de los principales distritos electorales demuestran la voluntad de mantener el protagonismo de los convencidos, frente a candidaturas de mayor visibilidad o protagonismo mediático. (A excepción de Santa Fe -donde una victoria es imposible- se recurre a la figura de Obeid para evitar un tercer puesto vergonzante). Podemos afirmar que tanto en provincia de Buenos Aires, Capital Federal y Córdoba predominan candidatos jóvenes, ideológicamente sólidos, con la exclusión de "outsiders faranduleros" que caracterizan a otras