Existen mil hipótesis. Elegimos en cual creer -por el motivo que sea- y buscamos los elementos para justificarla. El que avala la posibilidad de un asesinato considera que existe una red de corrupción capaz de ocultar un crimen, convertirlo en suicidio arrastrando como cómplices a fiscales, médicos, policías, jueces, etc. Estamos acostumbrados a pensar mal, nuestra historia nos facilita la tarea. Sin embargo, dificilmente estemos capacitados para conformar una opinión acabada, completa y experta de lo sucedido en el departamento del Fiscal Nisman horas antes de su fallecimiento. Por lo tanto, salvo una prueba irrefutable y una explicación concluyente, las especulaciones no cesarán y este caso será uno más de los que quedan abiertos en el inconsciente colectivo. La falta de claridad y la dilación en el conocimiento de las últimas horas de Nisman profundizarán la desconfianza en el sistema democrático, en la estructura judicial, en los servicios de inteligencia y demás sectores qu